Con la próxima ola ya a la vista, la pandemia de COVID-19 continúa teniendo graves efectos en los productores, trabajadores y comunidades de los países más pobres del mundo. La seguridad de la salud pública sigue en peligro y las pérdidas económicas aumentan, ya que las redes de productores en todo el sistema Fairtrade informan cancelaciones de pedidos, aumento de precios, caída de la demanda e interrupciones en las cadenas de suministro debido a restricciones de movimiento y transporte. La movilización de los fondos adicionales de Recuperación y Resiliencia de Comercio Justo Fairtrade se produce cuando los productores y las comunidades se enfrentan a equilibrar las medidas cruciales de seguridad pública con el mantenimiento de los empleos y la continuidad comercial.

“Si no actuamos ahora y actuamos rápidamente, la crisis puede hacer retroceder el progreso que ha sido muy difícil de lograr”, dijo Mary Kinyua, presidenta de la Junta de Comercio Justo Internacional, “Contar con este apoyo financiero va a marcar una gran diferencia en lo que podemos hacer para ayudar a los productores a recuperarse de esta crisis, desarrollar la resiliencia económica en sus negocios y ayudar a sus comunidades, especialmente donde más se necesita ”.

RESPONDIENDO A LAS NECESIDADES DE LAS COMUNIDADES AGRÍCOLAS IMPACTADAS POR COVID-19
Para abordar las prioridades urgentes y a largo plazo de los productores, organizaciones que incluyen:

Se han asociado con Fairtrade International, organizaciones nacionales de Comercio Justo Fairtrade y Redes de Productores de Comercio Justo Fairtrade para comprometer más de 15 millones de euros a los Fondos de Resiliencia y Ayuda al Productor de Comercio Justo Fairtrade. Los dos mecanismos de financiación se lanzaron en mayo como respuesta inmediata con una inversión inicial de 3,1 millones de euros del sistema Fairtrade.

El objetivo general del financiamiento es mitigar el impacto de COVID-19 en la salud, el bienestar y la sostenibilidad económica de los productores de Comercio Justo Fairtrade y sus comunidades.

Según el Dr. Gerd Müller, Ministro Federal de BMZ, “COVID-19 deja en claro cuán estrechamente conectados estamos en el mundo y cuán vulnerables somos. Las personas más pobres de los países en desarrollo y emergentes necesitan nuestra solidaridad, especialmente en tiempos de crisis. Estoy agradecido de que, junto con nuestros socios de larga duración en el Comercio Justo, hayamos logrado brindar un apoyo rápido a los pequeños productores que producen de manera sostenible”.

Todos debemos reconocer el papel fundamental de los productores en la pandemia, las pequeñas explotaciones agrícolas son responsables de casi el 35 por ciento de la producción total de alimentos del mundo. Sin embargo, estos mismos productores en pequeña escala están siendo impactados masivamente por COVID-19. Los pequeños productores de café en Indonesia están reportando una caída del 70 al 90 por ciento en los contratos de venta en comparación con el año pasado. La cosecha de té en la India estaba en su punto máximo cuando la pandemia golpeó a principios de este año. Se espera que las ventas mundiales de algodón caigan un 22 por ciento este año, según la Conferencia de Comercio y Desarrollo de la ONU. El Programa Mundial de Alimentos informa que 16 millones de personas en América Latina corren el riesgo de no tener suficientes alimentos para sobrevivir debido a la crisis económica, la temporada de huracanes y la pandemia de COVID-19 Esta lista está lejos de ser completa a la hora de comprender el impacto que la pandemia está teniendo en las personas más vulnerables de las cadenas de suministro del mundo, así como en el comercio mundial.

Está previsto que los 15 millones de euros de financiación cubran un período de dos años y se destinarán a una serie de medidas de ayuda a corto plazo y de recuperación a largo plazo en Asia, África, América Latina y el Caribe. Ayudará a los pequeños productores a iniciar y llevar a cabo programas para prevenir la propagación de COVID-19, garantizar la seguridad alimentaria, asegurar y aumentar los ingresos mediante la diversificación de cultivos y mercados, abordar los riesgos de Derechos Humanos en las cadenas de suministro y mejorar las tecnologías digitales como base para recuperación y resiliencia empresarial futura. Más de 1700 organizaciones de productores, que representan a más de 1,8 millones de productores y trabajadores, forman parte del sistema Fairtrade en todo el mundo.

“SECO es un socio orgulloso y de larga duración del sistema Fairtrade”, dice Monica Rubiolo, directora de Promoción Comercial de la Secretaría de Asuntos Económicos en Berna, Suiza. “Con nuestra contribución al fondo, SECO está ayudando a salvar vidas y medios de vida de las personas más afectadas por la pandemia. Queremos demostrar nuestro compromiso en estos tiempos tan difíciles que son particularmente desafiantes para los productores, pequeños productores y trabajadores de la cadena de valor de todo el mundo”.

“Por supuesto que la cantidad total de los fondos asegurados es absolutamente tremendo”, agrega Dario Soto Abril, CEO de Fairtrade International, “pero a medida que avanzamos en esta pandemia, se hace más claro que el compromiso, la colaboración y las asociaciones son fundamentales para maximizar el impacto contra la pobreza y lograr ingresos sostenibles para los productores. Estas asociaciones son un tributo a ese esfuerzo. Además, apunta a Fairtrade como el socio preferido cuando se trata de invertir en un impacto positivo para los productores".