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No hay resilencia climática sin justicia comercial


Los pequeños productores agrarios deben estar en el centro de las negociaciones sobre la crisis climática mundial

El movimiento de Comercio Justo pide que las demandas de las organizaciones de productores sean escuchadas en las negociaciones sobre la crisis climática global con ocasión de la COP25.


Los incendios en la Amazonia y las revueltas sociales provocadas por la degradación ambiental en todo el planeta, junto con huelgas en todo el mundo del movimiento Fridays for Future, ponen de manifiesto la emergencia de la crisis climática a la que se enfrenta la 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la COP 25. En el centro de la crisis, los pequeños productores luchan cada vez más contra las sequías, las inundaciones y las pautas meteorológicas cambiantes e impredecibles, lo que significa que muchos están abandonando sus campos y emigran como estrategia de adaptación de último recurso.

Se necesita una acción urgente, concreta y ambiciosa para corregir los temores de la migración y los riesgos de la seguridad alimentaria que comprometen el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible en todo el mundo.

Es por eso que el Movimiento Mundial de Comercio Justo insta a las Partes de la CMNUCC a reconocer las políticas y prácticas de Comercio Justo como un componente importante de las estrategias de mitigación y adaptación climática. Es urgente invertir en la imperativa transición social y agroecológica de nuestros patrones de producción y consumo transformando los intercambios comerciales hacia una nueva economía basada en la justicia social y económica.

Cómo la crisis climática está exacerbando la pobreza y la vulnerabilidad de los pequeños agricultores:
  • La presión adicional sobre la tierra exacerba los riesgos existentes para los medios de subsistencia, los sistemas alimentarios, la biodiversidad, la infraestructura y la salud humana y de los ecosistemas;
  • Con un 1,5ºC de aumento de la temperatura, el calentamiento global repercutirá en el incremento de los riesgos relacionados con el clima, incluidos los medios de subsistencia y el suministro de alimentos; y se incrementarán aún más con un aumento de 2°C;
  • Las poblaciones y especialmente las mujeres que dependen de la agricultura corren un riesgo desproporcionadamente alto de sufrir las consecuencias adversas del calentamiento global;
  • Los pequeños agricultores se enfrentan a una frecuencia, intensidad e imprevisibilidad cada vez mayores de las sequías, las inundaciones, el aumento de las temperaturas y las variaciones de las precipitaciones, todo lo cual afecta al rendimiento de sus cultivos y a la calidad de sus productos;ambiciosa para corregir los temores de la migración y los riesgos de la seguridad alimentaria que comprometen el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible en todo el mundo.
  • Sin adaptación, el cambio climático podría reducir el crecimiento de los rendimientos agrícolas mundiales en hasta un 30% para 2050, lo que afectaría a más de 500 millones de pequeños terrenos de cultivo en todo el mundo;
  • Se espera que la crisis climática sitúe a más de 100 millones de personas en el mundo por debajo del umbral de pobreza para 2030
  • Los pequeños agricultores contribuyen a alimentar a una población mundial en constante crecimiento: en Asia y en el África subsahariana proporcionan hasta el 80% del suministro de alimentos.
Fuentes:
1. Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cam
bio Climático (IPCC), Special Report on climate change desertification, land degradation, sustainable land management food security and greenhouse gas fluxes in terrestrial ecosystems.
2. IPCC, Special Report on Global Warming of 1.50C.
3. Comisión Mundial sobre la Adaptación: Adaptarse ya. Un llamamiento mundial para liderar la resiliencia climática.

 

Los precios injustos socavan la resiliencia de los pequeños productores ante el cambio climático
 
La crisis climática se está acelerando debido en gran parte a los actuales modelos de negocio que anteponen el beneficio al bienestar de las personas y de nuestro planeta. La gran mayoría de los pequeños agricultores de todo el mundo, que son más de 800 millones, no pueden invertir en la adaptación al cambio climático y su mitigación. Las prácticas comerciales desleales en las cadenas de suministro mundiales dejan a muchos pequeños agricultores sin los medios para invertir en métodos agrícolas que mitiguen el impacto del cambio climático. Además, los productores a menudo no pueden acceder a la financiación o a los planes de seguro climático.

Nuestros actuales modelos de producción y consumo, así como la falta de regulación a favor de prácticas comerciales justas y sostenibles, especialmente en el sector agroalimentario, obstruyen los ambiciosos planes de protección del medio ambiente y dificultan la respuesta a las necesidades de los que se encuentran en primera línea de la crisis climática: los pequeños productores.

Sin embargo, existen soluciones prácticas para cambiar las actuales prácticas comerciales desleales en las cadenas de suministro mundiales que agravan la crisis climática. El movimiento de Comercio Justo nació en respuesta a la disfunción de las cadenas de suministro convencionales que perpetúan la pobreza de las comunidades marginadas en todo el mundo en lugar de fomentar relaciones comerciales mutuamente beneficiosas. Al ofrecer una mejor remuneración, una asociación comercial transparente y sostenible, el Comercio Justo permite responder a esta doble problemática: la garantía de precios justos, estables y remuneradores para los productores es la piedra angular que les permite invertir en la transición ecológica de sus modos de producción y vivir decentemente de su profesión.

El movimiento de Comercio Justo hace un llamamiento a los gobiernos, a la UE y a las instituciones internacionales para que adopten políticas públicas que faciliten la transición hacia una economía más justa y sostenible en todo el mundo. Estos esfuerzos buscan reforzar la resiliencia de los pequeños productores, así como de otros tipos de productores, artesanos y trabajadores pobres y marginados, mediante la promoción de una asociación empresarial integrada que aborde los desafíos que plantea el cambio climático. El movimiento de Comercio Justo hace un llamamiento a poner en práctica un nuevo contrato social entre los pequeños agricultores, productores, artesanos y actores económicos, gobiernos y consumidores, con el fin de lograr la sostenibilidad social y ambiental necesaria para enfrentar la crisis climática para todas las partes.
 
El movimiento de Comercio Justo hace un llamamiento a las Partes de la CMNUCC en la COP25
 

Para que aborden las cuestiones de las prácticas comerciales desleales, el desequilibrio de poder en las cadenas de valor y la producción y el consumo sostenibles en las próximas negociaciones sobre el clima. La desigualdad y el cambio climático están intrínsecamente relacionados. También lo son sus soluciones. Cada año es importante. Cada decisión cuenta.

Cada 0,1 °C es crucial. Unas formas más justas de compartir el valor a lo largo de las cadenas de suministro permiten alcanzar los objetivos sociales y ecológicos, al tiempo que se comparte más equitativamente la carga de cambiar los actuales patrones de producción insostenibles. Con este fin, exigimos a las partes:
 
  • Que los pequeños agricultores formen parte de la solución a la crisis climática y asegurar que se les incluya como partes interesadas en la elaboración de las políticas nacionales de acción climática y en el desarrollo de las Contribuciones Definidas a Nivel Nacional (NDCs, por sus siglas en inglés). Los pequeños agricultores no sólo son los más afectados y vulnerables al cambio climático, sino que también tienen conocimientos y experiencia tradicionales en agricultura, que pueden aprovecharse para encontrar soluciones.
  • Que elaboren políticas nacionales para asignar apoyo financiero y técnico adecuado y apropiado a los pequeños agricultores a fin de que puedan ejecutar e invertir en intervenciones de adaptación a la crisis climática para mantener sus medios de subsistencia.
  • Que promuevan mecanismos que aborden la internalización de los costes de las actividades económicas no justas y no respetuosas con el clima.
  • Que desarrollen políticas comerciales y agrícolas que aumenten la transparencia, incentiven la acción climática en las cadenas de valor de los alimentos y entre sus parte interesadas, por ejemplo, exigiendo a las empresas que ejerzan la debida diligencia en materia de derechos humanos en sus relaciones comerciales con los pequeños agricultores sin repercutir los costes de estas medidas en los pequeños agricultores.
  • Que inviertan en investigación agronómica en las áreas más afectadas por el cambio climático y promover prácticas agrícolas resilientes centradas en los pequeños agricultores (por ejemplo, preservación de la biodiversidad y modelos agroforestales que respeten el conocimiento tradicional y la soberanía alimentaria).
  • Que promuevan el consumo sostenible a través de políticas de compras públicas, acuerdos comerciales, programas educativos y otras medidas que promuevan el ODS 12 como una herramienta eficiente para la transición agroecológica y otras medidas para mitigar los riesgos de la crisis climática. Esto debe incluir el apoyo a la artesanía y a métodos similares de producción neutros en carbono, que pueden proporcionar una generación de ingresos alternativa y sostenible en la transición hacia el abandono de la agricultura. En sectores como el café y el cacao, entre otros, esto ayudará a combatir y abordar el importante problema de la deforestación.
Conclusión

Una nueva economía es posible, pero el Comercio Justo por sí solo no puede hacer frente a la magnitud de los desafíos planteados por la crisis climática y las crecientes desigualdades en las cadenas de valor. El actual sistema económico global necesita transformarse urgentemente, y la carga no puede ser llevada sólo por los consumidores que demandan este cambio a través de sus decisiones de compra.

Los gobiernos nacionales y, sobre todo, las empresas de todo el mundo deben colaborar y todos deben hacer su parte para que la economía funcione para todos de manera sostenible. Abordar la crisis climática garantizando la justicia comercial es un paso vital para lograr este objetivo por el bien tanto de las personas como del planeta.


Con el apoyo de las organizaciones abajo firmantes:
Commerce Équitable France
Coordinadora Estatal De Comercio Justo
Association Equo Garantito
Italian General Assembly of Fair Trade
EZA Fairer Handel
Fair Trade Advocacy Office
Fair World Project
Fairtrade International
Forum Fairer Handel
GEPA - the Fair Trade Company
Oxfam
Polish Fair Trade Association
Scottish Fair Trade Forum
Swiss Fair Trade
World Fair Trade Organization

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