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Crecer con integridad – ¿Qué implicaciones tiene para Fairtrade?


El Comercio Justo comenzó hace veinticinco años como un concepto ambicioso que muchos pensaron no lograría imponerse nunca. El sistema mundial de Comercio Justo Fairtrade representa en este momento a más de 1,3 millones de productores y trabajadores organizados en más de 1.100 grupos en 70 países. Recientemente los productores y trabajadores del Comercio Justo Fairtrade se convirtieron en propietarios de la mitad del sistema mundial.
Ahora los productores del Comercio Justo Fairtrade se consideran a sí mismos como parte integral de las economías y del desarrollo locales; como individuos que unen sus acciones a través de sus organizaciones. Para estos productores y para quienes trabajan con ellos, el crecimiento de su mercado es esencial para mejorar sus medios de vida y el de sus comunidades.

Mediante su trabajo con más de 3000 empresas en todo el mundo, el Comercio Justo Fairtrade se ha mantenido en la vanguardia, reconociendo el papel clave que el sector privado puede jugar en un desarrollo más amplio y en su desempeño para lograrlo. Un informe reciente del Grupo de Alto Nivel de la ONU para la agenda de desarrollo después de 2015, cita el sector privado como un socio vital en la conducción de "un salto cuántico hacia adelante en términos de oportunidades económicas y hacer una profunda transformación económica para poner fin a la pobreza extrema y mejorar los medios de subsistencia.”

En su esfera de influencia, el sector privado tiene también la responsabilidad de implementar los derechos humanos, las condiciones de trabajo decentes y la protección del medio ambiente, entre otras cosas. El compromiso para aumentar el impacto del Comercio Justo Fairtrade con integridad requiere caminar sobre una cuerda floja entre una producción social y ambientalmente responsable y habilitar un comercio que permita en definitiva beneficiar a productores, trabajadores y sus comunidades. En el trascurso de los años el Comercio Justo Fairtrade ha aprendido lecciones valiosas relacionadas con el cumplimiento de las necesidades, a menudo conflictivas, del sector privado y de los productores en desventaja. El crecimiento puede resolver problemas, pero puede también producir otros, si no se consideran los derechos humanos fundamentales.

El Comercio justo Fairtrade ha visto productores tomar atajos en la certificación orgánica, adoptar malas prácticas laborales bajo presión para cumplir los plazos o talar bosques para aumentar la producción. El Comercio justo Fairtrade también ha afrontado significativos abusos de los derechos humanos. Las comunidades de productores del Comercio Justo Fairtrade no son inmunes a las dificultades enfrentadas en el mundo en desarrollo y de hecho en el mundo desarrollado. La dinámica del poder puede manifestarse en todos los niveles, desde las salas de las juntas de las cooperativas a las vidas de los productores y de los trabajadores.

“Este es un largo y difícil viaje. El Comercio justo Fairtrade no es una píldora recubierta de azúcar. Enfrentamos a diario las realidades de siglos de opresión, de las cuales ninguna será resuelta durante la noche,“ dijo Harriet Lamb, la CEO de Fairtrade internacional. "Encontrar un adecuado equilibrio entre facilitar el comercio, el desarrollo y el cumplimiento, es una tarea a veces difícil y ardua que requiere mejorar y ajustar de manera continua.”

Para garantizar que el crecimiento sea responsable, el Comercio Justo Fairtrade ha puesto mayor atención y recursos a las libertades y los derechos humanos promovidos en los convenios fundamentales de la OIT, los cuales están incluidos en los criterios de Comercio Justo Fairtrade como requisitos mínimos o fundamentales. En particular, el Comercio Justo Fairtrade toma una postura intransigente contra el narcotráfico, las peores formas de trabajo infantil, el acoso sexual y  la discriminación de cualquier tipo.

El control del cumplimiento de los Criterios del Comercio Justo Fairtrade está a cargo de FLO-CERT, una empresa independiente, certificada en ISO-65. La ISO 65 es la principal norma de calidad internacionalmente reconocida para los órganos que operan un sistema de certificación de productos. FLO-CERT sigue la norma en todas sus operaciones de certificación y está sujeta a las auditorías externas del órgano alemán de acreditación DAkkS.

“La certificación eficaz combina procesos rigurosos, la evaluación de riesgos y auditores calificados," dijo Ruediger Meyer, el CEO de FLO-CERT "El mayor desafío es el monitoreo – ningún organismo de certificación puede estar in situ 24/7, por lo que las relaciones de confianza con los productores y comerciantes son cruciales. Gracias a una estrecha colaboración, podemos minimizar los riesgos que pueden ocurrir en las cadenas de suministro.”

Los auditores de FLO-CERT son expertos en su campo y están familiarizados con las realidades locales y sectoriales que enfrentan en el terreno. También son conscientes de los elementos en los criterios del Comercio Justo Fairtrade que corren el mayor riesgo de incumplimiento. Los auditores reciben capacitación periódica sobre la identificación y respuesta necesarias para mitigar esos riesgos. El contenido y la documentación de dichas capacitaciones están incluidos en el proceso de auditoría de la acreditación ISO 65 de FLO-CERT. Además, FLO-CERT mantiene una política de rotación de auditores; el mismo auditor no puede ser asignado más de tres veces consecutivas al mismo cliente de Fairtrade.

Cualquier incumplimiento en el área de un principio fundamental del Comercio Justo Fairtrade, tales como los consagrados en los convenios fundamentales de la OIT, puede conducir a la suspensión y en última instancia a la descertificación. En 2012, FLO-CERT suspendió a un total de 141 organizaciones de productores y 41 de comerciantes, con 35 y 12 descertificadas, respectivamente.
Contamos con procedimientos estrictos y transparentes de denuncia y cada caso es seguido por el Departamento de gestión de la calidad de FLO-CERT, en conformidad con un procedimiento estándar. Dependiendo de la gravedad de las acusaciones, FLO-CERT realiza un control de los documentos, incluye el tema en la próxima auditoría periódica o realiza una auditoría no anunciada para investigar la denuncia.
Los retos que enfrentan los productores y trabajadores en los países en desarrollo van más allá del alcance de cualquier sistema de certificación. Fairtrade internacional está acumulando  experiencias en las diversas áreas de programa que puedan afectar a los productores y a los trabajadores en todos los productos y desarrollando estrategias globales para ayudar a los más vulnerables.

Al abordar los temas relacionados con el trabajo infantil, el Comercio Justo Fairtrade ha adoptado un enfoque de primero los niños y trabaja con expertos y productores para ir más allá de los requisitos mínimos, con el fin de mejorar las condiciones reales de los/as niños/as y los/as jóvenes. Estamos acumulando experiencias sobre los patrones del tráfico en áreas conocidas de riesgo y apoyando a los productores para introducir medidas preventivas. Cuando encontramos violaciones de los requisitos relativos al trabajo infantil, tomamos medidas inmediatas para proteger a los/as niños/as. Evitamos la entrada en el sistema de Comercio Justo Fairtrade de las fincas afectadas que utilizan el trabajo infantil y les apoyamos a ellas y a sus comunidades para abordar el problema. Consultamos a los/as niños/as y a los/as jóvenes que habitan en las comunidades Fairtrade para mejorar de manera continua la forma en que abordamos este problema, asegurándonos de no crear nuevos problemas para los/as niños/as y los/as jóvenes involucrados/as en prácticas laborales inaceptables.

Tras la aprobación de la ambiciosa estrategia para los derechos de los trabajadores en 2012, se está llevando a cabo una revisión completa del criterio para el trabajo contratado que aspira a mejorar el cumplimiento de convenios de la OIT y a empoderar de mejor manera a los trabajadores agrícolas para que pueden hacer  un uso efectivo de sus derechos, incluido el derecho a organizarse en sindicatos y a negociar colectivamente. La visión de la estrategia para los derechos de los trabajadores es promover la equidad y el diálogo en el lugar de trabajo mediante relaciones industriales maduras entre los trabajadores, sus sindicatos y los empresarios. Como parte de la expansión de la estrategia para cubrir a los trabajadores en las fincas pequeñas, estamos activamente recogiendo información y conocimientos en todo nuestro sistema de múltiples partes interesadas, hablando directamente con los trabajadores y las trabajadoras, y trabajando diligentemente para entender mejor las complejidades que acompañan a nuestra amplia gama de materias primas, los países y contextos, para poder informar a nuestros criterios y proceso de auditoría.

"El crecimiento con integridad significa que el Comercio Justo Faritrade aumenta teniendo en cuenta todos los valores y normas que forman parte de él. El crecimiento no puede ser a expensas de otros”, dijo Marike de Peña, Vicepresidente de la Junta Internacional de Comercio Justo Fairtrade, Presidente de la CLAC y Directora de Banelino, una organización de pequeños productores certificada en Comercio Justo Fairtrade de la República Dominicana.

Estamos convencidos, hoy más que nunca, que el Comercio Justo Faritrade sigue siendo la mejor opción para abordar las condiciones desleales de comercio y los derechos de las poblaciones en desventaja en el comercio internacional.
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