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Solidaridad, que bonito nombre tienes


El Día Internacional de la Solidaridad es una fecha muy indicada para que tengamos presente que la solidaridad no solo es un principio que ataña a la moralidad, sino también una condición indispensable y esencial para la obtención y la garantización de la paz mundial. El mundo debe tener claro que solo generando alianzas, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible será posible.
 

Vivimos en una época de grandes desigualdades entre las personas y los diversos países que constituyen el mundo. Y la cooperación es un elemento clave en la lucha para acabar con la pobreza, la insolidaridad, la falta de tolerancia, de respeto y la desigualdad social. Este debería ser el verdadero progreso del mundo; la solidaridad y cooperación para la consecución de un mundo mejor. La Organización Mundial de Naciones Unidas es una de las entidades que más esfuerzos hace por ello y por ello la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2000 presentó una carta firmada por los representantes de Eslovenia, Malta, Bulgaria, Eslovaquia y Polonia para decretar al 31 de agosto como Día Internacional de la Solidaridad, siguiendo el camino que ya se había planteado en la Declaración del Milenio para el alcance de que el siglo XXI tendría que tener a la solidaridad como uno de los valores protagonistas para las relaciones internacionales.
 

Debemos tener muy en cuenta que los Objetivos de Desarrollo Sostenible son necesarios e imprescindibles y que se pueden lograr con el compromiso conjunto de todos los países y personas, lo que se traduce en una gran labor de cooperación y de una alianza global y mundial total. El mundo debe tener claro que solo generando alianzas entre los sectores el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible será posible. Y existen algunos ámbitos que resultan realmente claves para su contribución, como son; el financiero, el tecnológico, el cultural, el educacional, el social y la creación y generación de capacidades. Además el tejido asociativo y social debe estar bien fundado para lograr el desarrollo sostenible y para ello es vital asumir la responsabilidad y contribuir a la obtención de recursos, teniendo siempre las máximas de; respetar y salvaguardar los Derechos Humanos.

Hoy vivimos en un mundo altamente globalizado e interconectado y para lograr el crecimiento y desarrollo sostenible se deben coordinar las políticas para ayudar a los países en desarrollo.
Para que los retos mundiales se puedan alcanzar e implementar son necesarias alianzas globales entre los distintos agentes sociales. Y estas alianzas deben ser construidas en base a principios y valores conjuntos y universales ya que una visión compartida y unas metas comunes generan unidad y vínculos entre todas las personas y países. Y Para ello es fundamental fortalecer la alianza mundial para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en todos los lugares del planeta pero en especial en los países de desarrollo.
 
Solo generando alianzas entre los sectores el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible será posible

Estos objetivos y en especial el Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 que versa sobre las alianzas para el logro de los objetivos, necesita de un aumento en el apoyo internacional para realizar actividades de creación de capacidades específicas en los países en desarrollo a fin de respaldar los planes de ejecución y de implementación de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluso mediante la cooperación entre los diversos países, continentes y áreas de acción. Por eso hay que mejorar la coherencia de las políticas para el desarrollo sostenible, respetar el margen normativo y el liderazgo de cada país para establecer y aplicar políticas de erradicación de la pobreza y salvaguarda de los Derechos Humanos para llegar a esa ansiada y deseada garantía de paz mundial. Y todo esto se traduce en una gran palabra; solidaridad, que se traduce como, la adhesión o apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles. La solidaridad es sinónimo de apoyo, ayuda y protección y cuando persigue una causa justa cambia el mundo, lo hace mejor, más habitable, más digno y más justo.
 
Fortalecer los medios para implementar y revitalizar las asociaciones mundiales para un desarrollo sostenible contribuye a la alianza para el logro de los objetivos
 
La finalidad de los objetivos es mejorar la cooperación apoyando los planes nacionales en el cumplimiento de todas las metas. Promover el comercio internacional responsable y ayudar a los países en desarrollo, forma parte del desafío de lograr un sistema de comercio universal equitativo y que sea justo, sostenible y beneficie a todos. Al igual que aplicar políticas orientadas a la erradicación de la pobreza y la promoción del desarrollo sostenible para promover el intercambio de conocimientos, valores y principios, esenciales en la lucha por un mundo más justo, tolerante, respetable y solidario.
 
Y cómo decía el gran Séneca; “No hay bien alguno que no nos deleite si no lo compartimos”.

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